Hoy cambio de registro.
No me apetece hablar de las reiteradas mezquindades de una empresa ruin y prefiero aprovechar el tiempo con algo que de verdad merece la pena. Aunque sigo acechando los pasos de este prodigio empresarial para no dejar pasar ni una astracanada sin sus pertinentes comentarios.
Pero hoy, insisto, estoy por otra labor.
Hoy vengo a pedir.
Como algunos recordarán, estoy embarcado de forma permanente en pequeñas acciones solidarias de las que me ocupo cuando tengo tiempo.
Una de ellas es la recaudación de medicamentos para niños afectados de falsemia en la república dominicana.
Como no me fio de las ONG ni de los movimientos oficiales, la acción que ejerzo es directa:
Un compañero (y amigo) residente en ese pais, se encarga de recibir ácido fólico, analgésicos, vitamina C y cualquier medicamento sin receta que podamos recaudar para ir a entregarlo EN MANO a los pacientes de pediatría del Hospital Read Cabral de Santo Domingo.
No hay desviación posible. Ningún "coordinador" de ninguna ONG tiene la posibilidad de "desviar" (revender, negociar), con dichos medicamentos. Ni los enfermeros y enfermeras les ponen la mano encima.
Cuando mi amigo hace acopio de un buen número de medicamentos, se planta en la consulta y a cada madre le va dando los medicamentos que su niño necesita bajo la indicación del médico, que tampoco toca las medicinas. Y es que la picaresca en esos paises tan necesitados hace que a veces algunas personas tengan la tentación de llevarse algo extra con la ayuda humanitaria.
Cabe decir que estos niños receptores suelen ser de zonas rurales donde no hay farmacias y, de haberlas, tampoco tendrían dinero para comprar una simple caja de ibuprofeno. Desplazarse hasta el hospital suele ser un trabajo arduo y pesado para ellos y para sus madres. Y todo por unas aspirinas.
De modo que si alguien que me lea quiere y puede hacerme llegar los sobrantes de su botiquín casero para aliviar a estas gentes, ya sabe cómo y dónde encontrarme.
Por otro lado:
Estoy en contacto con una serie de familias inmigrantes residentes en las palmas. Una de ellas está a la espera de un nuevo miembro: la mamá está embarazada.
El caso es que estas personas lo tienen muy peludo a la hora de adquirir los productos que un recién nacido necesita: Pañales, el carrito, la cunita, ropa, el calentador de biberones, y todas esas cosas que parece son imprescindibles para criar a un bebé.
Me consta que en nuestra sociedad desarrollada, para nosotros eso es fácil. La mitad o más de las cosas las regalan los familiares y los amigos. Pues bien, estas gentes no tienen ni familiares ni amigos cercanos en la isla, y sus niveles de ingresos no les permiten lujos.
Por eso pido:
Los que tengan carrito, cunita, ropita y arretrancos diversos arrimados en el trastero porque sus bebés ya crecieron, pueden desatascar su espacio para ceder esos utensilios a personas a las que les van a hacer mucha falta y que agradecerán enormemente.
Para los que tengan prejuicios con los inmigrantes, que piensen que los bebes neonatos no tienen culpa de nada, que son tan inocentes como cualquier otro, y que, como cualquier otro, merecen una infancia plena y con las comodidades de cualquiera de aquí.
Gracias por anticipado a tod@s
No hay comentarios:
Publicar un comentario