Ante todo, perdón a los seguidores ,que los hay, de este humilde y personalísimo blog. La canícula me abotarga y se me acumula la pereza durante el período estival por culpa primero de esta repugnante panza de burro, y segundo por el hastío que produce esta casa de despropósitos en la que trabajo por orden judicial y voluntad propia.
Pero después de un par de semanas sin enfrentarme al negro sobre blanco, hoy ya no he podido aguantar más. Los dedos me quemaban, y he necesitado liberar la presión abrevando en el teclado para dar buena cuenta y testimonio de cómo a otros el verano, lejos de sumirlos también en el sopor y la contemplación, lo que hace es estimularlos a seguir haciendo lo que mejor saben hacer. El chorra. Supongo que ya saben de quien estoy hablando.
Para quien no lo sepa, vuelvo a realizar el glorioso TN1 desde hace un par de semanas. Y no es que la empresa ahora me valore y reconozca mi capacidad para acometer semejante proeza, no. Es que están en cuadros por eso de las vacaciones y como aquí uno sirve lo mismo para un remiendo que para un descosido, pues sin verguenza ni recato me devuelven el pan y la sal para que les siga ejecutando los telenoticias para los que aseguraron el año pasado ante un juez que no estaba preparado. Jatetú que cosas.... por suerte el juez los mandó al carajo sin contemplaciones. Y aquí estoy.
Lo malo es que el retorno a la gloria me ha sobrevenido como un desafourtunado dejavú. Todo está igual que lo dejé....o peor.
Ahora a los ya tradicionales despropósitos de la edición de nuestros regionales, sumidos en una vergonzosa endogamia partidista y una objetividad periodística equivalente a cero, hay que añadir una serie de problemas técnicos en el control de realización de las palmas que únicamente sirven para aumentar exponencialmente el riesgo de error en las emisiones, y ya de paso, servir de cobertura cada vez que un prodigio de editor vuelve a poner en práctica su desconocimiento del manejo de las herramientas con las que trabaja. Como el inews, sin ir más lejos.
En un par de semanitas he asistido asombrado a contemplar cómo se repite la historia.
El 4 de agosto de 2010, un lumbreras de la edición decidió cambiar en el inews el nombre de una noticia borrando el anterior y cambiando los textos pero sin modificar la ID ni advertir a nadie de dicho cambio. La consecuencia no tardó en llegar. El presentador leyó una entradilla correspondiente a una noticia, y en su lugar salió otra que no tenía nada que ver. Se armó la pelotera. Se pidieron informes, y el resultado fué la cabeza del realizador, porque cuando quien la caga es uno de nuestros editores hay que escarbar en el absurdo para poder exculparles. Ellos son el cliente, y en esta mierda de empresa se lleva hasta cotas inimaginables ese eufemismo de que el cliente siempre tiene la razón. Incluso cuando no la tiene. Incluso cuando la caga soberanamente. Incluso cuando el error es brutalmente absurdo, se busca una alfombra bajo la que esconderles la porquería. Y con ello el trabajador de la empresa adjudicataria siempre queda doblemente expuesto...a sus errores y a los de los demás. Por eso nos esforzamos tanto en que no haya cagadas, porque sabemos que aunque no sean nuestra responsabilidad, ellos ya buscarán la fórmula del boomerang para hacer que la porquería revierta en cualquier otro.
Y que hace videorport ante esto?...pues lo mismo que socater, aunque de manera mucho más trágica y desvergonzada. Nos deja a los pies de los caballos exigiéndonos que cumplamos exquisitamente nuestro trabajo, pero incapaz de defendernos en cuanto el cliente hace una muesca de desagrado ante sus propias astracanadas.
La semana pasada volvió a pasar. Dos editores, ajenos a las consecuencias de sus actos, porque si no lo fueran sería para matarlos, volvieron a jugar con el trabajo ajeno haciendo lo mismo....cambiando la apertura del informativo sustituyendo unos cebos por otros sin modificar las ID y sin advertir al coordinador de turno de dichos cambios. De no estar atento el equipo de realización, hubieran vuelto a salir pulgas en donde iba paulino, o paulino donde iba la perrera municipal atestada de animalitos abandonados en verano. Y se hubiera armado la de Dios. Y se hubieran pedido informes. Y se le habría abierto un expediente o se le hubiera obsequiado con un despido al último pringado de la cadena. Por hacer un símil, se me ocurre que en una compañía aérea alguien despide al piloto del avión porque una azafata derramó el café sobre un pasajero VIP. Y ya que el piloto es el último responsable de la nave, se aplica la salomónica lógica de que el café cultivado en los frondosos bosques colombianos vino con tanto nervio que una ligera sacudida de las turbulencias le hizo saltar de la taza a la camisa del VIP por la torpe maniobra del piloto de intentar majejar el aparato sin estrellarse....
Afortunadamente, aún hay jueces que no están mediatizados ni por la estupidez, ni por los tentáculos de un ente conducido por iluminados.Pero no es suficiente.
Por eso comuniqué por activa y por pasiva esas peligrosas prácticas tanto a coordinadores como a directivos. De viva voz y por escrito. Pero nada. Mutis por el foro. Al cliente no se le puede decir que está haciendo algo mal. Es preferible tener a los trabajadores en la caprichosa picota de lidiar con un editor suplente para el que el inews, y por ende la seguridad en el trabajo, son un mundo de misterios.
En cualquier caso yo ya lo he advertido. Ahora que hagan lo que les de la puta gana, que si es por ir a un juicio, ya tengo algo de experiencia.
Por otro lado nuestros medios técnicos nos ponen en un brete un día sí y un día también. Llevo semanas largas anunciando, advirtiendo y denunciando que el command funciona a su puta bola. Que los servidores se cascan. Que salimos con la reserva como única garantía. Y aquí no se mueve un pajullo. El sacrosanto departamento de sistemas también tiene inmunidad diplomática y a pesar de que su responsabilidad es garantizar que los sistemas funcionen, en cuanto se casca algo la culpa es del operador, y será él quien pague el pato. Y si no, al tiempo.
Y todo esto son cosas que en definitiva lo que hacen es mermar la calidad del producto y el servicio. Pero el producto les importa una mierda a los del ente. Su unica preocupación es que la cuota política de los informativos salga sin incidencias...lo demás se la suda. Y a videoreport el producto le importa otro tanto de lo mismo. Su única preocupación es que el ente no tenga nada de lo que quejarse. Y así salen la mierda de insulares que salen. Y así salen videos sin pies ni cabeza que se saltan a la torera todas las leyes de la métrica, la asimétrica y hasta de la verguenza audiovisual sin que a nadie le salga del alma un quejido salvo a los que trabajamos en esto por vocación.
Y siendo esta una situación alarmante para cualquier persona que se tenga por profesional, siendo tantos y tan graves los problemas y deficiencias que nos convierten cada día en una televisión basura, aquí viene videoreport comandada esta vez por la recién estrenada directora de recursos humanos a resolver los problemas del mundo prohibiendo las cholas y los pantalones cortos en el trabajo.
Yoli, te dije que te iba a dar 125 días de gracia, pero con esta patujada que se te ha ocurrido, me lo pones muuuuuy difícil.
Mira, no voy a entrar en una discusión sobre las prioridades. No voy a discutir sobre cuales són los problemas más graves que hay que empezar por resolver. Para eso te pagan a ti, y si tú decides que las canillas de fulanito o el dedo gordo del pie derecho de menganito son los primeros cánceres que hay que exterminar en esta empresa para asegurar su buen funcionamiento, pues amén. Tú sabrás, que para eso habrás esudiado algo. Pero sí te voy a decir algo.
En 12 años trabajando para el ente público a través de 2 productoras adjudicatarias, jamás vi a una redactora trabajando en pareo o a un cámara en cholas. Y de haberlos habido, tiendo a pesar de que eso no hubiera sido obstáculo para que hicieran su trabajo de la mejor manera posible, porque el hábito no hace al monje. Del mismo modo que venir con unos pantalones de pinzas, camisa rosa burberrys, mocasines nauticos y un jersey anudado sobre los hombros no garantiza que semejante maniquí sea un prodigio de profesionalidad. Más bien todo lo contrario. Parece que cuanto más pijos se visten, más incapaces son de mantener una imágen profesional respaldada por hechos y no por apariencias. Sigo pensando que en esta empresa cualquier redactor, cualquier técnico y hasta cualquier señora de la limpieza sabe hacer su trabajo mucho mejor de lo que los que están en los despachos saben hacer el suyo.
Por otro lado, si entramos en un debate del s.XXI, entenderías que hoy unos bermudas de salir y unas sandalias de piel bien pertrechadas no son muestra sino del cambio de las modas y de las mentalidades, pero nunca una dejadez o un irrespeto hacia nadie. No entiendo porqué las chicas pueden ir a trabajar con minifaldas, shorts o bermudas y sandalias abiertas, y un hombre no pueda lucir una vestimenta estival acorde no sólo a la geogrefía de nuestro territorio, sino también a la época del calendario. Eso es sexismo. Igual que cuando las compañías aéreas obligaban a sus azafatas o los hospitales a sus enfermeras a acudir en falda al puesto de trabajo, hasta que a alguna se le hincharon los ovarios y cuestionó social y jurídicamente porqué no podían utilizar pantalones como sus homólogos masculinos.
¿De verdad quieres entrar en ese debate? Yo estaré encantado, si a ti te apetece.
Particularmente yo soy muy escrupuloso en el vestir. Me cuido y me gusta lucirme en la vestimenta. Además de que tuve unos padres muy cabales que me educaron muy bien en eso del respeto hacia los demás en la forma y el contenido. Por eso mi armario es exquisito.
Y el viernes fuí a currar con unos tejanos Dr.Music, número 1 en japon, 150 euros. Una camiseta de temporada de Zara en negro con motivos en rojo y blanco, 35 euros. Y unas sandalias Ryder negras con ribetes en rojo y blanco, 40 euros, haciendo una armoniosa linea cromática con mi camiseta y la moto que aparco en la puerta, una deseable harley davidson sportster 883R negra con blanco y rojo en el depósito.
Y vale que los criterios de gusto son muy particulares, pero si a mi me dice alguien que voy mal o inapropiadamente vestido, me rio en su cara, máxime cuando mi trabajo se limita a ir de la redacción a la sala de control sin mayor exposición pública. Pero ya que se ponen así, cualquier descerebrado sin criterio podría haber concluido que acudí a trabajar en cholas. Pues allá él. Que si hay que hablar de gustos, hablemos de ese paradigma de la moda pijorra que es tu predecesor en el cargo. O hablemos de aquella época pretérita en que un director de una compañía no podía apearse del traje y la corbata para ver ahora cómo todo un director de empresa se pasea por la finca en tejanos y camisa de cuadros como si estuviera cortando leños en alaska creyendo que va muy moderno y accesible. O como algún asesor canoso viste la moda de los seminaristas de los 50 cuando tenían el domingo libre, con sus pantalones de tergal, camisa de rayitas arrugada que se le sale del pantalón por la espalda y que no ha pasado por unos grandes almacenes a renovar el vestuario en 60 años.
Lo dicho, el hábito no hace al monje.
Yo lo que se es que mis compañeros acuden a trabajar limpios y arreglados. Que no he visto a nadie desentonar llevando a la redacción ropa de playa. Y lo más importante, que me guste más o menos cómo visten, no puedo decir que alguien sea incumplidor con su trabajo sólo porque no me guste cómo decide componer su armario.
En cualquier caso, y visto tu último comunicado, te agradecería que detallaras con mayor exactitud eso de las prendas prohibidas, porque se presta a muchos errores de interpretación. Podrías confeccionar unos recortables donde se indicara bien que son cholas, que son sandalias, que es vestuario de playa y sobre todo, la diferencia sexista que marca que unos puedan utilizar un tipo de prendas y otros no. Para tenerlo claro y que no hayan nervios, vale? Gracias.
Por otro lado, ya veo que la empresa sigue firme e impertérrita haciendo caso omiso a la realidad social en su obcecación por limitar los recursos de la red. No voy a gastar bits volviendo a decir que una empresa periodística de hoy en día que capa twitter, facebook y demás redes sociales demuestra no sólo una cerrazon de miras espectacular, sino también una osadía temeraria ante la necesaria modernización y alfabetización digital de sus trabajadores. Eso ya lo escribí...si no le quieren hacer caso, allá ustedes. Pero deberían revisar sus prioridades, salvo que lo que pretendan sea quedar como lo que están quedando. Unos incompetentes sin visión ni enmienda posible cegados por caducas fórmulas de productividad que hacia donde único les conduce es hacia el abismo.
En fin...la empresa es suya. Estréllenla como mejor les parezca. Nosotros rezaremos para que los próximos adjudicatarios tengan las miras, y la inteligencia mucho mejor amuebladas. O como mínimo, a la altura de los trabajadores, que ya sólo eso sería sinónimo de avance.
Feliz agosto.
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