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martes, 31 de enero de 2012

ahora, acosadores

Y se siguen cubriendo de gloria...

Salió la sentencia por la demanda interpuesta por una compañera contra el prodigio VIDEOREPORT. Y una vez más, este "dechado de virtudes" de empresa vuelve a morder el polvo y a sumirse en la más repugnante de las verguenzas.

  Ahora van a empezar a ser conocidos en los juzgados como acosadores laborales. Antes ya habían quedado retratados como incompetentes y vulneradores de derechos fundamentales. Además de prepotentes, avasalladores e incumplidores. Pero es que el acoso laboral es un guinda muy fea con la que coronar su retahila de atributos.

 Como ha quedado demostrado en los juzgados por la sentencia emitida, la empresa se dedicó a vulnerar el honor y la dignidad de una trabajadora por el simple hecho de hacer efectivo su derecho de huelga.

  Se la relegó de sus funciones. Se la ninguneó. Se la apartó de los ámbitos de relevancia. Se le hizo la vida imposible e incómoda. Y todo por querer demostrar lo de siempre: "somos el machito de este cotarro y hacemos con la gente lo que nos viene en gana".

  Pero una vez más volvieron a menospreciar a los tribunales de justicia, y ahora van a tener que envainarse (y pagar), todos los descalabros, todas las mentiras y todos los desplantes que le dedicaron a la compañera.

  No soy técnico, y por consiguiente incapaz de evaluar económicamente lo que en justicia debería de pagársele a esta compañera. Pero creo que el debate económico sobre este asunto es irrelevante. Aqui lo que verdaderamente importa es que el acoso moral, el desprestigio profesional dirigido, la sensación de humillación, la impotencia de ver cómo desmantelan años de esfuerzo y superación, no quedan impunes.

  Y lo que es relevante también es tener claro que cada vez que veamos señoreándose por los pasillos a los lumbreras que potencian esos comportamientos indignos, tengamos cada vez más claro quienes son, a qué se dedican, y sobre todo, que son indignos de los cargos que ocupan.

  Se constata una vez más que el más humilde trabajador de esta empresa sabe hacer su trabajo mucho mejor de lo que esta caterva hace el suyo. Pero alarma la falta de humildad, el exceso de soberbia, la altanería y la desfachatez con la que unos incompetentes gestionan este invento. y ahora, como reza el enunciado de esta entrada, son acosadores de forma oficial..

  Guardeme una cría.

  Espero sinceramente que la sentencia que en mi caso les convirtió en vulneradores de derechos fundamentales y, en el caso de la compañera en acosadores laborales, tengan su peso y su influencia en las resoluciones judiciales pendientes que otros compañeros ya están cursando contra la empresa. Confío en que los jueces que instruyen esos casos pendientes tomen buena nota de que esta empresa ya cuenta con sentencias en contra que induce a pensar que su comportamiento sigue una línea clara y definida que invita a pensar que es un modus operandi que, por repetitivo, merece ser muy tenido en cuenta y, en consecuencia, atajado con más sentencias que ayuden a hacerles entender que hay que rectificar. Que no se puede ir por la vida de sobrados machacando a trabajadores en plena crisis sólo por afianzar personalidades débiles y faltas de liderazgo.

  Felicidades compañera. Tu cabeza está hoy mucho más alta, y la de estos tipos, mucho más baja. Y estás donde estás porque además de ser una estupenda profesional, en su día te negaste a ser el topo, la filtradora y la correveydile de estos facinerosos. Jamás te lo perdonaron. No aceptaron que te negaras a ser una marioneta de sus desmanes, como aceptaron otros espoleados por sus ansias de trepar y promocionarse.

  Jamás les ha importado promocionar a incapaces serviles en detrimento de buenos trabajadores más independientes. Y así les va. Y así les va a ir.

  Por el momento, ya su fama en los tribunales empieza a precederles. Vamos bien.

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