Empiezo a sentirme como Messi
La diferencia es que el terreno de juego donde , de momento, voy ganando por goleada, no es un mullido campo de cesped, sino los ásperos suelos de los juzgados. Cosa desagradable donde las haya, oiga. Pero a Dios gracias, hoy se me han adelantado los reyes magos con una noticia que alivia las asperezas y el mal cuerpo que se le queda a uno cuando anda metido en litigios. Máxime cuando uno nunca quiso meterse en semejantes berenjenales, sino que se vió empujado por la soberbia, los malos modos, las revanchas y las mentiras de una caterva de advenedizos metidos a empresarios que se creen descender, estos sí, de la pata del cid campeador.
Hoy mi abogado me comunica la decisión del juzgado número 5 de Las Palmas, de desestimar el recurso interpuesto por el prodigio videoreport contra la sentencia que les obligó a reincorporarme a mi puesto de trabajo y el abono de los salarios de tramitación. No les han hecho ni caso, esta vez tampoco. Y asumen las costas y la minuta de mi abogado en este nuevo y caprichoso proceso.
De modo que a día de hoy, ya vamos 0 - 3. Y como digo, empiezo a sentirme como Messi cuando gana por GOLEADA.
Yo no tengo el talento ni la maestría que Messi demuestra en cada partido, bien que lo se. Además en mi parcela profesional me considero un tipo comprometido, con ciertas virtudes y experiencia, pero que anda muy lejos de ser un genio. Sin embargo desarrollo mi labor poniendo lo mucho o poco que se siempre a favor de mi trabajo y de lo que de él se derive. Humildemente reconozco todas mis limitaciones, que pueden ser muchas. Pero aún así sigo pensando que hago mi trabajo muchísimo mejor de lo que los directivos de videoreport hacen el suyo. Y ahí es donde la razón, la lógica y el sentido común me han asistido para acabar poniendo las cosas en su sitio.
Ya son tres veces que un juez me otorga ni más ni menos que lo que siempre he tenido: la razón.
Ahora a sentarme a esperar a ver con qué nueva pataleta salen estos genios para tratar de hacer más digeribles los cabezazos que no dejan de llevarse con este asunto, y los que presumiblemente les van a llenar de coscorrones cuando empiecen a salir las sentencias de los juicios que algunos compañeros continuan teniendo en lista de espera.
La justicia es lenta, pero justicia al fin y al cabo, así que una vez resuelto lo mio, sólo me cabe esperar que videoreport siga hinflándose de sentencias en contra, a ver si algún día alguno de los talentosos que dirigen este cotarro empieza a darse cuenta de que para tener liderazgo y respeto hay primero que comportarse con decencia. La capacidad de mando y los galones no son nada si no se acompañan de las cualidades que les son inherentes, aunque intangibles. Muy al contrario, pasean su vara de mando con el orgullo vacío de creer que impresionan a alguien.
No, no se han ganado ningún respeto. Ninguna credencial les confirma como merecedores de un puesto en la oligarquía empresarial de la que son herederos. Lo único que inspiran es temor a algunas personas. Pero para nadie son un referente en cuanto a profesionalidad o buen hacer. Más bien todo lo contrario. Hasta coplas se podrían cantar sobre su desafortunada gestión empresarial, pero tal y como está la cosa hoy en día en el mercado laboral, la gente no está como para hacerse notar y correr el riesgo de perder su trabajo porque a uno de estos lumbreras se le meta entre ceja y ceja.
Yo, por el momento, respiro cada día más tranquilo y más contento al ver que de forma reiterada un juez me da sus bendiciones. No era mi pataleta. No era mi indignación. No era mi capricho. Sólo era la verdad, confirmada una y otra vez. Pues que con su pan se lo coman, que yo ahora sólo tengo tiempo para disfrutar del orgullo, esta vez sí, de tener demostrada mi razón.
Pero mucho me temo que no, que de esto no van a aprender nada. Nunca sabrán cómo motivar a un equipo de gente creativa, potente y muy preparada. Sólo saben desmotivarles. Son incapaces de "hacer empresa", y siguen queriendo llevar las riendas de esto al estilo latifundista medieval con su inequívoca pirámide de mando. No han aprendido que una empresa crece y se posiciona en base al trabajo en equipo, a la implicación de todos y cada uno. Confunden mando con capacidad, y están ciegos ante las oportunidades que cientos de empleados, independientemente de su rango jerárquico podrían aportar.
Este es un oficio lleno de gente creativa y vocacional, y en vez de aprovechar esto, lo que hacen es cercenarlo.
Valga como ejemplo la astracanada del día del brindis navideño, con aquella soporífera proyección del nuevo "producto estrella" de la casa. Esa parodia copiada de "cámera café" disfrazada de chat y cuyo destino, si lo tiene , es los ajustes de parrilla de las televisiones (amigas) que quieran comprarlo. Que ya sabemos las prebendas con las que se mueve el mercado y los pactos de empresa que hace que circulen productos infumables y aburridos como ese para contentar a empresitas varias.
En cualquier caso no voy a entrar en una valoración del producto, ni siquiera a nivel profesional. Para gustos colores. Pero sí que diré algo de las "formas" en que parieron y presentaron a la criatura.
En ese discursito de "estoy encantado de haberme conocido" que tuvo don Jose María a la hora de la presentación en sociedad de la "proeza", la idea que planeaba era la aguerrida iniciativa de dos o tres directivos que se encerraron en un despacho a hacer un "brain-storm" y tener la visión de un producto que "rescatara" a la empresa del aburrido (y quizás poco productivo -para ellos-) contrato con la teta canaria. Teta, no olvidemos, que es la responsable de que videoreport canarias no presente las dificultades de otras empresas del grupo que no tienen una jugosa concesión como la de ellos, que eso es lo que la salva, por si alguien no se ha enterado.
Pero como la avaricia rompe el saco, y el colchón de la concesión puede permitirse alguna que otra frivolidad, pues estos genios se encerraron en un despacho a tener una idea genial.
Lo que debería de entenderse es que el cargo, ni que sea de director de la empresa, no te hace más creativo. Simplemente te posiciona en un lugar de gestión, y lo que se espera es que hagas eso bien. Y hacerlo bien sería, por ejemplo, aprovechar la incalculable mina de creatividad que hay entre los trabajadores de la empresa y convocar un concurso de ideas con unos parámetros.
Estoy convencido, porque conozco a mis compañeros, de que de una iniciativa así podría salir algo digno no sólo de compra, sino de premio ondas o de Emmy. Y que además esa idea brillante y genial puede salir tanto del grafista de fin de semana, como del ayudante de producción del informativo más cutre. La greatividad, el genio y el potencial de una persona no dependen en absoluto del rango jerárquico que tenga en su contrato. Y me atrevo a decir que proporcionalmente los más desafectos o aquellos de los que menos lo esperas, serían capaces de generar la idea más brillante de todas.
Pero esta empresa latifundista no lo cree así, de modo que ellos mismos se lo cocinaron y se lo comieron. Las oportunidades se las dan a ellos mismos creyendo que el ser directores de algo les confiera la capacidad artística, la imaginación y la visión por encima del resto de los mortales. Cuando la realidad es que en esos terrenos son sin dudas los menos capaces.
Y ahí tenemos el resultado. Se lo bizcocharon ellos solos en el centro de tenerife (Las Palmas no existe, esto es territorio comanche) con la ayuda de algunos trabajadores de su cuerda o atenazados por el miedo a decir que no, y ahora vienen colgándose la medallita de emprendedores arriesgados y creativos. Y lo ponen en el brindis navideño como si fuera la primicia del año y esperando un "vaya, que bien que lo haceis, como molais".
Bueno, la cosecha de indiferencia por parte del atónito y forzado público fue totalmente previsible. Primero por el producto en sí, y segundo por aquello de "y a mi que me quieres decir con esto??!! totalmente comprensible por parte de quienes han estado puestos completamente de espaldas frente a un proyecto al que no han sido invitados y que se les restriega por la cara a toro pasado. Implicación cero. Reacción cero.Aplausos cero. Y la vida sigue igual que ayer mientras que los de los despachos se autofelicitan un poco perplejos de que no se les haya hecho la ola de forma unánime y espontánea.
¿Eso es hacer empresa?
¿eso es motivar?
¿eso que demonios es?
Eso es ceguera empresarial, y la confirmación de que estamos ante directivos que todavía siguen tratando de aprender qué es eso del liderazgo y la motivación. Y no digamos de la gestión.
Y mientras tanto, recursos humanos que ni se le ve, ni se le espera salvo para que firme los papeles que tenga que firmar. Así vamos.
Mientras sigan pensando que la empresa es una finca, ellos los terratenientes y los demás mano de obra (barata), esto nunca será una auténtica productora. Sólo una fábrica de tornillos (o de telenoticias).
Y yo sigo apretando los tornillos que me tocan....por orden judicial.
Saludos